Lacan en su clase 7, me sorprende también a mí, así como los versos saturninos a Verlaine, a Saussure y a etc... y a sus lectores por supuesto, con un juego de palabras de las que prefiero no dar traducción.
Frayait, frottis, frottés, frayage, frayé, frayant, frayeur.
Estos términos para decir lo que Aristóteles hacía con sus ejercicios intercambiando la premisa mayor por la menor y viceversa y concluyendo lo que de allí surgiera, con la risa que también debió, me parece haber causado tal juego, de seguro no dejo por ello de sentir pavor.
El ejercicio en todo caso, como la gota labrando la piedra, un día hace agujero.
El joven Aristóteles hubo de escribir letras a sus premisas, dar este salto lógico y continuar su juego, otro juego por supuesto.
Para llegar a un tercer tiempo en que, irrumpe algo del orden del decir verdadero.
La clase de Lacan, la clase 7 y sé que muchas otras, me parece, tiene la estructura de lo que está trabajando. Son un acto en sí.